domingo, 4 de marzo de 2012

Karim Ben M’hamed Oliver - 1ºGES


 Para hablar de mi experiencia en Marruecos primero tendría que decir que me siento afortunado de participar en este proyecto, digo “participar” porque creo que, para nosotros, ha sido el principio de nuestro paso por este hermoso país, sin duda unas de las cosas que más me han enamorado de este viaje es con la hospitalidad, amabilidad y el cariño con el que nos han recibido, el ver como personas que prácticamente no tienen nada te lo ofrecen todo. Echo de menos desde el primer día que vinimos a Sevilla el pasear por las calles de Tánger, Tetuán o Asilah donde todo el mundo se te acerca, donde tú eres el protagonista, esta claro que si tuviera que elegir una palabra para describir con lo que me quedo aparte de los cuatro proyectos que visitamos, me quedaría con “la gente”, con la gente de Marruecos que es fabulosa.  Ni que decir tengo que la cultura, su lengua, sus costumbres me encantan esta parte me llega más de cerca porque, como decimos por aquí, lo llevo en la sangre, esta experiencia nos ha servido de mucho para darnos cuenta de la realidad en la que vivimos. Y si tuviera que quedarme con uno de los momentos que más me han gustado de nuestra visita por este país, serías una tarea complicada porque todos los momentos me han parecido geniales. Aúna sí hubo uno que para mí sobresale del resto y es en el momento que  una compañera nuestra se acerca a una de las niñas del proyecto de Tatoft  y le pregunta que llevaba en la mano, parecía un cuadro echo por ella, la niña se lo enseña, nuestra compañera le hace un gesto de que era precioso y la niña directamente sin pensárselo le regala el cuadro. Me emocionó mucho este momento y creo que es el gesto que describe en general a Marruecos.

                                                                                  Karim Ben M’hamed Oliver 

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